El presidente legítimo de Paraguay, Fernando Lugo, expresó este jueves que es imposible esconder ante el mundo el golpe de Estado perpetrado en su contra, encabezado por los principales partidos de derecha del país.
En un mensaje a la nación, el mandatario derrocado hace dos meses expresó que sus seguidores trabajan todos los días “por la restauración y el retorno de una vigorosa democracia” a Paraguay, informó el diario Última Hora.
En la sede del Frente Guasú, en Asunción, Lugo manifestó que “el mundo se dio cuenta que aquí hubo un golpe de Estado. Ya no pueden ocultar eso, aun cuando medios afines a este gobierno de facto anunciaron que se tenían 27 votos para no sancionar a Paraguay en la OEA, pero esto al final no ocurrió”.
Debido al golpe de Estado, “estamos fuera del Mercosur, Parlasur, Parlatino y en cualquier representación internacional no tenemos cabida”, recordó Lugo.
El mandatario legítimo recordó que durante su gestión beneficiaron a “personas de la tercera edad, jóvenes, campesinos, estudiantes y artistas”, pero los sectores opositores “tuvieron miedo de la participación, de lo contrario sus prácticas tradicionales tendrían fin”.
El 23 de junio pasado, los legisladores de derecha del Parlamento, que forma la mayoría, aprobaron un juicio político contra el jefe de Estado y en menos de 24 horas votaron a favor de su destitución.
El proceso contra Lugo fue criticado a nivel internacional por presentar irregularidades, pero igualmente la presidencia fue asumida por Federico Franco, representante del empresariado y de los latifundistas paraguayos.
Desde que asumió el gobierno de facto en el país se ha acrecentado la represión contra los campesinos que reclaman sus tierras y se han multiplicado las denuncias por el apoyo del Ejecutivo a multinacionales como Monstanto y Cargill, que monopolizan la explotación de la agricultura.
Luego del golpe de Estado, Paraguay fue sancionado duramente por organismo regionales como el Mercado Común del Sur y la Unión de Naciones Suramericanas.
Fuente: AVN
En un mensaje a la nación, el mandatario derrocado hace dos meses expresó que sus seguidores trabajan todos los días “por la restauración y el retorno de una vigorosa democracia” a Paraguay, informó el diario Última Hora.
En la sede del Frente Guasú, en Asunción, Lugo manifestó que “el mundo se dio cuenta que aquí hubo un golpe de Estado. Ya no pueden ocultar eso, aun cuando medios afines a este gobierno de facto anunciaron que se tenían 27 votos para no sancionar a Paraguay en la OEA, pero esto al final no ocurrió”.
Debido al golpe de Estado, “estamos fuera del Mercosur, Parlasur, Parlatino y en cualquier representación internacional no tenemos cabida”, recordó Lugo.
El mandatario legítimo recordó que durante su gestión beneficiaron a “personas de la tercera edad, jóvenes, campesinos, estudiantes y artistas”, pero los sectores opositores “tuvieron miedo de la participación, de lo contrario sus prácticas tradicionales tendrían fin”.
El 23 de junio pasado, los legisladores de derecha del Parlamento, que forma la mayoría, aprobaron un juicio político contra el jefe de Estado y en menos de 24 horas votaron a favor de su destitución.
El proceso contra Lugo fue criticado a nivel internacional por presentar irregularidades, pero igualmente la presidencia fue asumida por Federico Franco, representante del empresariado y de los latifundistas paraguayos.
Desde que asumió el gobierno de facto en el país se ha acrecentado la represión contra los campesinos que reclaman sus tierras y se han multiplicado las denuncias por el apoyo del Ejecutivo a multinacionales como Monstanto y Cargill, que monopolizan la explotación de la agricultura.
Luego del golpe de Estado, Paraguay fue sancionado duramente por organismo regionales como el Mercado Común del Sur y la Unión de Naciones Suramericanas.
Fuente: AVN