¿Cómo se explica que la revolución que lidera el presidente Hugo Chávez obtenga continuas victorias electorales, que reflejan el apoyo del pueblo venezolano, pese a que la gran mayoría de los medios de comunicación le adversan? Para el escritor e intelectual Luis Britto García, la razón no es otra que “la omnipotencia del mensaje bolivariano es inderrotable”.
“Creo que hay una pelea de medio contra mensajes. Sí, la omnipotencia de los medios de la oposición es invencible, pero la omnipotencia del mensaje bolivariano es inderrotable, porque ese mensaje configura una hegemonía comunicacional, aunque no nos demos cuenta”, explicó.Para Britto, el mensaje bolivariano tiene una verdad y representa un deseo mayoritario que fortalece su difusión y apoyo: La democracia contra la dictadura, la igualdad contra el privilegio, el derecho a la educación y a la salud contra la discriminación. “El mensaje del socialismo contra el capitalismo”, resumió.
En ese sentido, abogó por reafirmar la hegemonía de la izquierda en el país. “El mensaje de izquierda lleva en Venezuela más de sesenta años de continuada hegemonía. En sesenta años, la izquierda ha fijado los temas del debate cultural, ha tenido los más brillantes intelectuales, escritores, escultores, creadores de teatro, cineastas”, recordó.
Sin embargo, el escritor y analista de la comunicación planteó una serie de propuestas para mantener esa hegemonía del bolivarianismo. En primer término, multiplicar los medios de servicio público alternativos, libres y comunitarios, y dedicar el gasto público que se destina a publicidad en medios privados al fortalecimiento de los medios del proceso.
¿Cómo incrementar la audiencia?
De acuerdo con un estudio de los medios nacionales en 2010, la televisión pública tiene 5,4% de audiencia, frente a 61% de la privada y 33,9% de la TV por suscripción.
Britto García advierte que si bien esa reducida audiencia ha tenido un impacto importante en el pueblo, es necesario elevarla. Una vía para aumentar el encendido de las televisoras de servicio público es, señaló, repensar las programaciones para no sólo incluir espacios informativos y educativos, sino darle cabida a los programas culturales, de humor, telenovelas de calidad y programas de concurso.
“No vamos a competir con la industria de entretenimiento del imperio, que es casi su tercer rubro de exportaciones, pero ¿Es imposible que haya una o dos telenovelas culturales de calidad, cuando tenemos los mejores dramaturgos, directores de escena, actores?¿Es tan imposible que esto resulte?”, se preguntó. En el mismo sentido se pronunció sobre la posibilidad de hacer programas humorísticos o de concurso.
Y añadió: “Tenemos la más brillante promoción de intelectuales del país con el proceso bolivariano ¿Por qué no hay una integración? Hagamos una ofensiva cultural”.
La educación en los medios
Britto García exhortó a convertir los medios de comunicación en los difusores de los programas educativos del país en todos su niveles, que estén adaptados a la realidad y necesidades del país. “Esto aliviaría al personal de educación superior para que se dedique a su verdadero objetivo: La investigación”, resaltó.
El escritor e intelectual también hizo un llamamiento a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) para que exija la aplicación de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte).
Otra de sus propuestas apunta a “no atormentar” al pueblo con cuñas, interrupciones e interferencias durante las transmisiones de los programas en la televisión pública.
“La justicia entra por casa. No podemos expandir el mensaje revolucionario usando los códigos del capitalismo”, alertó. “Si el programa difunde un mensaje socialista ¿Para qué lo interrumpes para meter una cuña socialista?”, cuestionó. “El público, al ser tratado con decencia y amistad, hará de los medios bolivarianos un gran vehículo de solidaridad social, de información social, de educación y
cultura”.
Por la memoria
Del mismo modo, Britto García abogó por reabrir los mecanismos para rescatar la memoria de la historia contemporánea. Recordó que se han redactado leyes contra el olvido en Argentina, Chile y Brasil, pero “aquí están sellados los archivos de la Administración represiva”.
“Es inconcebible que se proteja a los artífices de la represión capitalista que desangró a Venezuela durante cuarenta años”, sostuvo. Admitió que este proceso comenzó a abrirse pero estimó que es necesario ampliarlo.