El presidente del Ecuador, Rafael Correa, advirtió este lunes que un intento de invasión a la Embajada de su país en Londres podría resultar un “acto suicida” para el Reino Unido, porque podría ser la nación europea la más perjudicada por dicha acción violatoria de la soberanía ecuatoriana.
Ecuador mantiene que recibió una “amenaza explícita” de Londres cuando sus autoridades, en un informe enviado a la Cancillería, advirtieron con irrumpir en la sede diplomática, amparados en una legislación interna.
En ese sentido, durante una entrevista concedida al canal público Ecuador-TV, el Mandatario recordó que “el Reino Unido no se ha retractado” ni tampoco “ha pedido disculpas”, por lo que considera aún “existe ese peligro”.
“Si llegara a ocurrir, reaccionaríamos con total firmeza siempre, con la ley en la mano, con el respeto a los principios al derecho internacional”, apuntó.
Agregó que “sería suicida para el Reino Unido” aplicar ese tipo de maniobra, porque podría “volcarse contra ellos mismos” de una manera “nefasta para todos, especialmente para Londres”.
“Más tarde se podrían pues violar las sedes diplomáticas de ese país en todo el planeta y no tendrían qué decir”, subrayó
En relación a la posición de la comunidad internacional respecto a esta situación, resaltó que el caso de Julian Assange, ha servido para “consolidar la integración latinoamericana”, gracias al fuerte apoyo regional recibido por haber otorgado asilo al fundador de WikiLeaks.
Condena de la OEA
Correa ha expresado su confianza en una resolución “clara y contundente” contra la amenaza británica, en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyos cancilleres se reunirán el próximo 24 de agosto en su sede, en Washington.
“Esperamos un respaldo claro y contundente porque esto viola todo el Derecho Internacional desde hace por lo menos tres siglos (…) Si no hay un pronunciamiento en este sentido, sería para preocuparnos muchísimo”, acotó.
También criticó la posición asumida por Estados Unidos y Canadá, los únicos países que se opusieron a celebrar una sesión extraordinaria sobre la amenaza británica, argumentando que se trata de un “problema bilateral”.
“Cuando violen sus misiones diplomáticas veremos qué dicen. Veremos si una amenaza de este tipo contra Estados Unidos es una amenaza bilateral”, enfatizó.
Por otor lado, manifestó su intención de acudir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para denunciar la “amenaza” de Reino Unido, allí y también en otras instancias internacionales.
Correa reiteró a Londres que su Gobierno asigna prioridad al diálogo para resolver las controversias, aunque Reino Unido y Suecia mantengan “posiciones intransigentes”.
El Presidente criticó que ninguno de esos dos gobiernos haya dado garantías a Assange de que no será extraditado a Estados Unidos, donde puede ser condenado a cadena perpetua e incluso a pena de muerte.
Quito teme que de ser Assange extraditado a Suecia, finalmente sea llevado a Estados Unidos, por ser Washington uno de los más perjudicados y avergonzados por la filtración de cables diplomáticos difundidos a través de WikiLeaks.
El Mandatario comparó el caso Assange con el del exdictador chileno Augusto Pinochet, quien en 1998, cuando se encontraba en Reino Unido, fue reclamado por la justicia española.
“Por ejemplo, por qué Reino Unido, que ahora se siente obligado a extraditar a Assange a Suecia, no tuvo esa misma actitud cuando España requería por crímenes a Pinochet?”, se preguntó.
Ecuador mantiene que recibió una “amenaza explícita” de Londres cuando sus autoridades, en un informe enviado a la Cancillería, advirtieron con irrumpir en la sede diplomática, amparados en una legislación interna.
En ese sentido, durante una entrevista concedida al canal público Ecuador-TV, el Mandatario recordó que “el Reino Unido no se ha retractado” ni tampoco “ha pedido disculpas”, por lo que considera aún “existe ese peligro”.
“Si llegara a ocurrir, reaccionaríamos con total firmeza siempre, con la ley en la mano, con el respeto a los principios al derecho internacional”, apuntó.
Agregó que “sería suicida para el Reino Unido” aplicar ese tipo de maniobra, porque podría “volcarse contra ellos mismos” de una manera “nefasta para todos, especialmente para Londres”.
“Más tarde se podrían pues violar las sedes diplomáticas de ese país en todo el planeta y no tendrían qué decir”, subrayó
En relación a la posición de la comunidad internacional respecto a esta situación, resaltó que el caso de Julian Assange, ha servido para “consolidar la integración latinoamericana”, gracias al fuerte apoyo regional recibido por haber otorgado asilo al fundador de WikiLeaks.
Condena de la OEA
Correa ha expresado su confianza en una resolución “clara y contundente” contra la amenaza británica, en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyos cancilleres se reunirán el próximo 24 de agosto en su sede, en Washington.
“Esperamos un respaldo claro y contundente porque esto viola todo el Derecho Internacional desde hace por lo menos tres siglos (…) Si no hay un pronunciamiento en este sentido, sería para preocuparnos muchísimo”, acotó.
También criticó la posición asumida por Estados Unidos y Canadá, los únicos países que se opusieron a celebrar una sesión extraordinaria sobre la amenaza británica, argumentando que se trata de un “problema bilateral”.
“Cuando violen sus misiones diplomáticas veremos qué dicen. Veremos si una amenaza de este tipo contra Estados Unidos es una amenaza bilateral”, enfatizó.
Por otor lado, manifestó su intención de acudir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para denunciar la “amenaza” de Reino Unido, allí y también en otras instancias internacionales.
Correa reiteró a Londres que su Gobierno asigna prioridad al diálogo para resolver las controversias, aunque Reino Unido y Suecia mantengan “posiciones intransigentes”.
El Presidente criticó que ninguno de esos dos gobiernos haya dado garantías a Assange de que no será extraditado a Estados Unidos, donde puede ser condenado a cadena perpetua e incluso a pena de muerte.
Quito teme que de ser Assange extraditado a Suecia, finalmente sea llevado a Estados Unidos, por ser Washington uno de los más perjudicados y avergonzados por la filtración de cables diplomáticos difundidos a través de WikiLeaks.
El Mandatario comparó el caso Assange con el del exdictador chileno Augusto Pinochet, quien en 1998, cuando se encontraba en Reino Unido, fue reclamado por la justicia española.
“Por ejemplo, por qué Reino Unido, que ahora se siente obligado a extraditar a Assange a Suecia, no tuvo esa misma actitud cuando España requería por crímenes a Pinochet?”, se preguntó.
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